domingo, 23 de enero de 2011

¿Premio Nobel de Matemáticas?

Todo empezó en el año 1867, cuando Alfred Bernhard Nobel inventó la dinamita, un explosivo mucho más estable que la nitroglicerina que se empleaba hasta entonces en usos industriales. Aquel invento se extendió por todo el mundo en muchos campos e inevitablemente se abrió paso en la industria de la guerra, causando miles de muertes. Esta aplicación provocó una muy mala prensa a su inventor, con apodos como “mercader de la muerte”. Años más tarde en 1901 Alfred Nobel murió, no sin antes intentar resarcirse del mal que había causado su invento a la sociedad en general, escribiendo esto en su testamento:

“La totalidad de lo que queda de mi fortuna quedará dispuesta del modo siguiente: el capital, invertido en valores seguros por mis testamentarios, constituirá un fondo cuyos intereses serán distribuidos cada año en forma de premios entre aquéllos que durante el año precedente hayan realizado el mayor beneficio a la humanidad”.

“Dichos intereses se dividirán en cinco partes iguales, que serán repartidas de la siguiente manera: una parte a la persona que haya hecho el descubrimiento o el invento más importante dentro del campo de la Física; una parte a la persona que haya realizado el descubrimiento o mejora más importante dentro de la Química; una parte a la persona que haya hecho el descubrimiento más importante dentro del campo de la Fisiología y la Medicina; una parte a la persona que haya producido la obra más sobresaliente de tendencia idealista dentro del campo de la Literatura, y una parte a la persona que haya trabajado más o mejor en favor de la fraternidad entre las naciones, la abolición o reducción de los ejércitos existentes y la celebración y promoción de procesos de Paz”.

Posteriormente en 1968 se creó el de economía.

Es decir que hay 6 premios Nóbel. Física, Química, Medicina, Literatura, Paz y Economía. Es inevitable preguntarse por qué no hay un premio Nóbel de Matemáticas y ahí es donde radica la polémica.

Fundamentalmente se encuentran tres versiones:

1.- Que Alfred Nóbel quería premiar aquellas ciencias que según él resultaban prácticas en la vida, y las matemáticas, según él pensaba, no lo debían ser. Curioso pensamiento cuando menos, ya que sin matemáticas no hay física, ni química. Y la literatura es importante, pero tan práctica en la vida como las matemáticas, no lo es.

2.- Que la corona Sueca daba un premio de matemáticas y Nóbel no quiso competir con ese premio que otorgaba la realeza de su país. Esta opción es posible.

3.- Que antes de hacer el testamento preguntó a sus consejeros que, en caso de que se crease un premio de Matemáticas, si habría alguna posibilidad de que el matemático sueco Mittag-Leffler, nacido en 1846, se lo llevara. A lo que le contestaron que sería casi seguro que de crearse ese premio, sería este matemático el que sin duda se lo llevaría, ya que en esa época era una eminencia en la materia. Siendo esta respuesta la que le llevó a Nóbel a descartar un premio en Matemáticas. ¿Por qué?. Pues al parecer el corazón de Alfred Nóbel iba detrás de una señorita, pero también al parecer este interés no fue correspondido por dicha señorita quien se decantó por el matemático, que era más atractivo y maduro que Alfred Nóbel. Esta calabaza hizo que se despertara un odio personal entre Nóbel y su opositor en asuntos de faldas y decidió que nunca parte de su hacienda iría a parar en manos de ese hombre.

Se dice que la posible señorita pudo ser una vienesa llamada Sophie Hess o incluso la que fue esposa de Mittag-Leffler llamada Signe Lindfors.

No se sabe a ciencia cierta que pasó en realidad, pero es curioso el hecho que 109 años después siga sin haber premio Nóbel de Matemáticas. Y como el pensamiento es libre, yo me inclino a pensar que esto se debe sin duda a la más romántica de las opciones. Mittag-Leffler le levantó la novia a Alfred Nóbel.



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