miércoles, 12 de enero de 2011

Berserker


A lo largo de tres siglos, los vikingos saquearon las costas de toda Europa, conquistaron territorios en Inglaterra y Alemania, controlaron durante algún tiempo la mayor parte de la costa Báltica, gran parte del interior de Rusia, Normandía, Sicilia, el sur de Italia y parte de Palestina, poblaron Islandia, colonizaron Groenlandia e incluso llegaron a la isla de Terranova en Canadá cinco siglos antes de que Colón pisase por primera vez el continente americano. Todo esto se consiguió gracias a que los vikingos eran ante todo unos guerreros de una brutalidad exagerada y que su crueldad no tenía límites. Pero dentro de esta barbarie vikinga, destacaban unos hombres por su frenesí asesino, unos guerreros especialmente temidos por el enemigo pero que, dada su actitud salvaje e irracional, también despertaban el miedo entre sus compañeros de filas. Eran los llamados Berserker.

El papel principal de los Berserker era el de una tropa de ataque. Momentos antes de entrar en la batalla se sumían en una especie de trance realizando acciones que se escapaban a lo racional. Cuando el enfrentamiento en el campo de batalla se retrasaba, los nervios les hacían morder sus escudos, en ocasiones caían al suelo echando espuma por la boca, con numerosas convulsiones y no era infrecuente que arremetieran contra sus propios compañeros. Durante la lucha gritaban y reían de manera delirante. Eran prácticamente insensibles al dolor y al cansancio de la batalla, por larga que esta fuese. El enemigo que conseguía herir a un Berserker veía asombrado como éste era ajeno al sufrimiento de dichas heridas, continuando su lucha con la misma agresividad e impulso previos a las heridas. A menudo se arrancaban la armadura y luchaban semidesnudos con una furia ciega, fuera de control, no conociendo el miedo, ni la compasión. Todo esto tenía su punto negativo y es que carecían de prudencia, estrategia o inteligencia para el combate. Se ha dado el caso de que algún Berserker ha saltado de un drakkar (embarcación vikinga) cuando faltaban aún muchos metros para el abordaje de otra embarcación, con el convencimiento de que podía llegar de un salto a la misma, cayendo al agua y ahogándose por su imprudencia.

Tras la batalla, el frenesí desaparecía y aparecía el agotamiento. Algunos llegaban a desplomarse totalmente deshidratados y morían aun sin haber recibido ninguna herida mortal. También se daban casos en que la victoria era demasiado rápida y los Berserkers después de haber aniquilado a todos los enemigos y a algún amigo que se encontraba al alcance, seguían golpeando árboles o rocas, hasta que su furia se apagaba.

Actualmente la explicación más extendida al estado de trance Berserker es que estaba causado por la ingestión de cerveza o pan contaminados por cornezuelo, que es un hongo parásito de muchos cereales que, entre otros males como la cangrena, produce la toxicidad sobre el sistema nervioso central que se manifiesta por convulsiones y alucinaciones similares a las observadas con el LSD.

El objetivo del Berserker era satisfacer a su dios Odín, teniendo la muerte más heroica en el campo de batalla. Si conseguía esto, iniciaba el viaje al Valhalla o casa del cielo designada a este dios, acompañado de las Valkirias, que eran ángeles mujeres guerreras que descienden del Valhalla a los campos de batalla para llevarse sólo a los guerreros más valientes de entre los que han muerto en el lance.

Los Berserker fueron solicitados como guardia personal de muchos reyes vikingos, aunque su faceta más conocida fue en el frente, en tiempos de guerra, momento en que eran, como hemos visto, arma de doble filo, por eso el resto de vikingos que luchaban a su lado, que ya eran brutos y salvajes de por sí, no les consideraban exactamente compañeros de armas, ya que su actuación no obedecía a ninguna ética del guerrero, sino a un impulso irrefrenable de matar por matar.

1 comentario:

Sergio dijo...

Era una palabreja que había leído en algún sitio (un juego probablemente), pero que no sabía lo que era. Ahora ya lo sé gracias a tu explicación.

Vaya malas bestias que debían ser.

Enhorabuena por el blog, y seguimos en contacto. Saludos.