domingo, 19 de diciembre de 2010

Santa Claus


Esta imagen corresponde a la tumba de Santa Claus. El agujero es la huella histórica del expolio para unos y simple traslado para otros, de los restos de su cadáver.
La historia comienza en Patara (dentro de la actual Turquía) alrededor del año 270. En esa época nace un niño en el seno de una familia bastante adinerada que desde su más tierna infancia destaca por su gran generosidad. Ese niño se llamaba Nicolás.
Quedó huérfano muy temprano y repartió toda la fortuna heredada entre los pobres. Se ordenó sacerdote e ingresó en un monasterio en la ciudad de Myra, también en la actual Turquía. Fue consagrado Obispo y en aquella misma ciudad murió hacia el año 345, un 6 de diciembre. Se le atribuyeron multitud de milagros y su culto fue muy popular en toda Europa. Tras su muerte se le nombró Santo. Había nacido la figura de San Nicolás.
Fue durante los siglos XVII y XVIII con la coincidencia en Estados Unidos de inmigrantes de distintas culturas como la británica, la holandesa y la alemana que la tradición católica de holandeses y alemanes, que tenían devoción a San Nicolás se mezcló con la de “Father Christmas” (el padre de la Navidad) que era la figura típica de las fiestas navideñas en Inglaterra.
Como derivación del nombre del santo en alemán (San Nikolaus) lo empezaron a llamar Santa Claus, y fue popularizado en la década de 1820 —a través de un poema famosísimo en los Estados Unidos del poeta Clement Clark Moore— como un amable y regordete anciano de barba blanca, al que llama “St. Nick”, que la noche de Navidad pasaba de casa en casa repartiendo regalos y dulces a los niños en un trineo volador tirado por renos.
Durante muchos años las representaciones de Santa Claus fueron diversas, unas veces se le ha representado vestido de color verde, otras de color rojo y otras, vestido con pieles, pero fue un anuncio de la marca Coca Cola quien generalizó la opción del color rojo que hasta hoy perdura.
Pero ¿qué pasa con sus restos?, ¿por qué no descansan en el monasterio de Myra, lugar donde yo mismo hice la foto de la tumba que antecede estando ésta, como claramente se ve, vacía?.

Aquí nos encontramos con la polémica.

Los hechos son que en el año 1087 cuando los mahometanos invadieron Turquía, un grupo de unos 70 marineros cristianos embarcaron en tres naves en Bari (Italia) llegando a las costas de Asia Menor por la noche. Tras combatir y abatir a los guardias griegos y musulmanes que vigilaban el lugar, entraron con violencia a la tumba de San Nicolás llevándose las sagradas reliquias. Con ellas en su poder emprendieron el regreso y al llegar, el 9 de mayo de ese mismo año, los propios marinos colocaron la primera piedra de la gran basílica que en su honor se comenzó a construir y que ahí sigue con los restos del Santo, en Bari.

Si hablas con un ciudadano turco, te dirá sin duda que fue un expolio y si además sabe algo de historia añadirá que esta operación devolvió a la ciudad de Bari la buena reputación que había perdido desde el debilitamiento del Imperio Bizantino.
Si hablas con un italiano te dirá que fue un traslado legítimo para arrebatar tan valiosas reliquias cristianas de las manos del musulmán invasor y que además Turquía ni tan siquiera celebra la Navidad.

Sea como fuere, lo cierto es que miles de peregrinos se trasladan cada año a Bari para visitar los restos del Santo y de paso dejar sus pecunias por los distintos establecimientos hoteleros, hosteleros y comerciales de la ciudad.
Actualmente, sus restos son motivo de una disputa, pues la Fundación Santa Claus, en Turquía, pide su retorno.

Es curioso que un personaje que representa la generosidad, el desprenderse de algo que le pertenece a uno mismo para dárselo desinteresadamente al prójimo y el espíritu navideño en general, esté envuelto en esta polémica, pero así son las cosas en la viña del Señor.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Disonancia cognoscitiva


León Festinger, psicólogo nacido en New York en 1919, fue el que publicó a los 38 años su famosa teoría de la disonancia cognoscitiva.
Según esta teoría todos tenemos la imperiosa necesidad de que nuestros pensamientos, creencias o ideas (lo que se denomina en el mundo de la ciencia cogniciones), estén en armonía y estos a su vez en armonía con nuestros comportamientos. Cuando hay contradicciones en este sentido, se produce un estado de disonancia que la mente no puede tolerar. Es por ello que el cerebro intenta regresar de nuevo al estado de equilibrio inicial disminuyendo dicha disonancia.
Como normalmente para el cerebro es más fácil cambiar un pensamiento que un comportamiento, lo más probable es que terminemos cambiando de idea.
Un ejemplo que el mismo Festinger expuso fue el tema del tabaco. Cuando una persona fuma y escucha por todos los lados decir que el tabaco es malo para la salud, experimenta una disonancia cognoscitiva. La solución lógica sería dejar de fumar, pero lo normal es que su cerebro busque razonamientos que minimicen esa disonancia, como que si deja de fumar engordará y eso también es malo para la salud, o que también se mata la gente en accidentes de tráfico y no por ello dejan de coger el coche a diario,… etc.
Gracias a estos razonamientos su cerebro consigue que su comportamiento sea coherente con sus creencias y de esta manera reduce la disonancia cognoscitiva que le incomodaba, regresando al estado de equilibrio que necesita nuestra mente.
Otro ejemplo de disonancia se produce cuando alguien sabe que su vecino maltrata a su esposa y no hace nada para evitar que esto ocurra. Esa inactividad le produce una disonancia que justifica con pensamientos como que todas las parejas tienen problemas, o que yo no soy quien, para meterme en las intimidades de una pareja.
Por último, también se da, y mucho, con los seguidores acérrimos de un partido político que siempre buscan una explicación o excusa para justificar los errores de su partido y si no la encuentran, terminan diciendo que si gobernase la oposición las cosas serían mucho peor.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Sufragio Universal en España

Hoy en día la gran mayoría pensamos que es normal, lógico y legítimo que se pueda votar con independencia del sexo de una persona. Pero no siempre ha sido así. En el caso de España, de todos es sabido que hasta la Segunda República, la mujer no tuvo derecho al voto. Gracias a la actuación de personas como Clara Campoamor, este gran hito se alcanzó al fin, y en las elecciones del año 1933 ambos sexos fueron a las urnas.
Pero lo que llama la atención de este asunto es el debate político que se montó en el Parlamento.
Curiosamente eran los partidos de izquierdas los que en su mayoría no querían que la mujer votase, con la excepción de un grupo de socialistas y algunos pocos republicanos. Y ¿por qué ocurría esto?. Era una medida progresista para su época y eran los llamados “progresistas” los que se negaban a ello.
La explicación radica en que los contrarios a la medida aludían que la mujer en aquella época estaba muy influenciada por la Iglesia y que los curas, confesores de estas, influirían en el voto de las féminas dándole la victoria a la derecha.
Al final se consiguió que la mujer votase y en las siguientes elecciones de 1933 ganó la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas) con 115 escaños. Lo que nunca sabremos es si los curas de la época hicieron horas extras en los confesionarios durante la jornada de reflexión.

El sol

Estamos cansados de ver el Sol pero, ¿cómo funciona?.
Básicamente, el Sol no arde, la energía que produce proviene de la fusión nuclear. Principalmente dos átomos de hidrógeno dan uno de helio, y en menor medida, dos de helio uno de berilio y dos de berilio uno de litio. En estas fusiones se pierde una pequeña cantidad de masa atómica que se transforma en energía, obedeciendo la fórmula de Einstein E=mc2, donde la energía que se desprende es igual a la masa que se pierde por la velocidad de la luz al cuadrado.

Hasta ahí todo normal, pero lo que me sorprendió fueron los siguientes datos:
  1. El Sol convierte aproximadamente 600 millones de toneladas de núcleos de hidrógeno en helio por segundo.
  2. Durante este proceso, pierde aproximadamente 4 millones de toneladas de masa que se transforman en energía.
  3. En los últimos 45.000 millones de años el sol ha ido consumiendo la mitad de sus reservas de hidrógeno, cuando se le acaben, su centro se contraerá a causa de la gravedad, calentándose y expandiendo sus capas exteriores. El Sol se convertirá entonces en un gigante rojo que envolverá la Tierra y la convertirá en vapor.
  4. La energía del Sol llega a la Tierra en forma de fotones. Cada fotón debe interactuar con gran cantidad de moléculas de gas en su camino desde el corazón hasta la superficie del Sol. En recorrer este trayecto tarda aproximadamente entre 100.000 y 200.000 años.
  5. Un fotón tarda en llegar desde la superficie de Sol hasta la Tierra aproximadamente 8 minutos.
Datos extraídos del libro "365 días para ser más culto" de David S. Kidder y Noah D. Oppenheim.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Declaración de intenciones

Hola a todo el que se asome a partir de este momento por aquí.
A todos nos ha pasado alguna vez que hemos leído o hemos escuchado algo que nos ha llamado poderosamente la atención, algo que nos ha sorprendido y seguramente ese algo formaba parte desde hacia tiempo de ese basto conocimiento universal, pero por alguna razón había permanecido oculto a nuestra pequeña parcela de dicho conocimiento.
A mí me ha pasado muchas veces y cuando ese algo es lo suficientemente sorprendente o interesante, ese nuevo descubrimiento, despierta en mi persona una pequeña sonrisa de incredulidad y satisfacción por el conocimiento adquirido. Es en ese momento, cuando se enciende la chispa de la curiosidad, se generan nuevas preguntas y comienza el deseo de saber más.
La intención de este blog no es otra que tener un espacio donde dejar escrito todas aquellas cosas que me hacen sentir así, y si con ello consigo transmitir conocimiento o curiosidad a otros, mejor que mejor.
De ahí el título del blog:
Descubro, con ello conozco y a partir de este blog, cuento...